Prevención del A.S.I

Prevención del abuso sexual infantil

Crianza amorosa, madre e hija

Crianza amorosa para prevenir el abuso

Para prevenir el abuso sexual infantil deberíamos alentar una crianza amorosa, respetuosa, que responda, acepte y respete a las necesidades físicas y emocionales de los niños, porque esto genera progresivamente la confianza en sí mismos y en el mundo que los rodea.

Sería bueno que nos preguntáramos: Si agredir a un adulto, verbal o físicamente se considera un delito, al igual que a los niños. ¿Por qué algunos padres consideran que es su derecho agredir a sus hijos como modo de imponer su autoridad o para «encauzarlos»?

Bien sabemos el resultado de años de educación basada en la disciplina sin ningún tipo de cuestionamiento por parte de los adultos de sus actitudes autoritarias. Confundiendo autoridad basada en el respeto mutuo, con autoritarismo.

Deberíamos entender de una vez por todas que a los niños y niñas, no se los humilla, no se les amenaza y no se les pega.

Si los padres humillan a sus hijos con críticas despiadadas. Si los amenazan con daños terribles que sufrirán si no obedecen, lo que aprenderán es que los padres mienten. Si les pegan con el propósito de enseñarles algo lo único que conseguirá que aprendan es que sus padres no son confiables y que son peligrosos.

Los hijos se sentirán profundamente traicionados por quienes deberían cuidarlos y protegerlos. ¿Cómo confiar en ellos?

Nuestra actividad profesional nos ha enseñado que todas estas actitudes de los padres para con sus hijos no sólo dañan su autoestima, sino que interfieren con el desarrollo intelectual, emocional, en el aprendizaje y en la integración social.

Los llena de rabia e impotencia, aprenden a someterse, a ser víctimas, destruyendo la confianza en sí mismos y su amor propio.

Los niños que han sido golpeados no consideran que su cuerpo les pertenezca.

Los golpes les hacen creer a los niños que los adultos tienen poder absoluto sobre sus cuerpos, incluso el derecho de causarles dolor. Que sus cuerpos están sometidos a la voluntad de los adultos lo que los hace presa fácil de los abusadores sexuales infantiles.

Lic. Mónica Laura Creus Ureta

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